Con la vuelta a la rutina tras las vacaciones, también retomamos nuestra conexión constante a la tecnología: móviles, ordenadores, tablets… Pasamos hasta la mitad del día frente a una pantalla, tanto en el trabajo como en nuestro tiempo libre. Esta realidad, tan común como invisible, tiene un impacto directo sobre nuestra salud ocular.
El problema no es solo el tiempo que pasamos conectados, sino la naturaleza de la luz azul que emiten estos dispositivos. Esta luz de alta energía penetra profundamente en el ojo y puede desencadenar procesos de estrés oxidativo, deteriorando gradualmente la función visual.
¿Cómo ocurre este estrés oxidativo?
La luz azul estimula la generación de especies reactivas de oxígeno (ROS) en las células de la retina. Cuando la producción de estos radicales libres supera la capacidad antioxidante natural del ojo, se produce un desequilibrio que puede dañar lípidos, proteínas y ADN celular. Este estrés oxidativo acumulado acelera el envejecimiento ocular y puede favorecer la aparición de patologías como la degeneración macular asociada a la edad (DMAE).
Numerosos estudios han demostrado que la exposición prolongada a luz azul no solo afecta a los ojos, sino también a procesos neuronales, hormonales y metabólicos. Puede alterar el ritmo circadiano, dificultar el descanso nocturno, e incluso influir en el estado de ánimo y la función cognitiva.
A nivel ocular, el principal riesgo está en el daño progresivo al pigmento macular, una capa protectora que filtra la luz antes de que alcance la retina. Si esta defensa natural se reduce, aumenta la vulnerabilidad frente al fotoenvejecimiento y al deterioro visual.
El cuerpo humano no puede sintetizar ciertos carotenoides esenciales para la salud visual, como la luteína y la zeaxantina. Estas moléculas, presentes en algunos alimentos como verduras de hoja verde o maíz, se depositan de forma selectiva en la mácula, actuando como filtros naturales ante la luz azul.
Sin embargo, su concentración en la dieta habitual es limitada y se reduce aún más con procesos de cocinado. Por eso, la suplementación específica con formas biodisponibles se ha convertido en una herramienta clave para quienes buscan cuidar su visión en contextos de alta exposición digital.
En Sincromed hemos desarrollado una nueva fórmula de apoyo nutricional para la salud ocular, basada en extractos ricos en carotenoides naturales con alta absorción. Gracias a una tecnología de encapsulación liposomal, esta fórmula permite:
Formulada con criterio farmacéutico, esta solución es ideal para quienes buscan diferenciar su oferta con productos eficaces, bien tolerados y adaptados a las necesidades actuales del consumidor digital.
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